Pensamientos

Ideas y Pensamientos que rondan en mi mente y en la mente de otros.

martes, marzo 28, 2006

¡Concentra tus energías!

Concentra tus energías para que hagas frente al desafío de cada momento.
 
El único tiempo que puedes vivir es el momento presente. Vívelo a plenitud, amando, de manera comprometida, a quienes encuentres, a quienes sirves y a quienes te sirven, a quienes te aman y a quienes te odian.
 
No eches a perder, con el odio, el día de hoy. Con tu antipatía, ofrecerías hiel y vinagre a tus relacionados, y así te harías fastidioso para ellos. La simpatía es lo más rentable en la comunicación con los otros, porque la cordialidad es el factor que propicia la buena voluntad.
 
Sé amistoso, puesto que hoy es el día de hacer feliz a los otros.
 
Del libro "366 Maravillosas Motivaciones", de Tiberio López Fernández

Dios es sencillo y nosotros complicados

La vida en realidad es sencilla pero nosotros la complicamos. Nos gustan las cosas complejas. Dios es sencillo en todas sus enseñanzas. La religión las complica.
 
Leí que si un abogado hubiera escrito solamente esta frase del Padre Nuestro: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy", se leería así:
 
"Con los debidos respetos, solicitamos y pedimos que, debido a que es necesario hacer una provisión adecuada, en este día y fecha arriba escritos, para satisfacer las necesidades nutricionales de los peticionarios, y para organizar los métodos de almacenamiento y distribución, como se juzgue conveniente y necesario, así como apropiado para asegurar la recepción por y para dichos peticionarios de tal cantidad de productos (llámese pan) se nos conceda la cantidad suficiente de estos productos".
 
Gracias a Dios que Él en su Bondad ha hecho la vida cristiana sencilla. ¿Ya tomaste lo sencillo de Dios y lo hiciste parte de tu vida? Si no, pruébalo hoy.
 
Qué bueno es saber que el Creador de todo lo que existe no se ha colocado lejos de nosotros o ha colocado barreras para que lo alcancemos, sino que aún un niño en su sencillez lo puede tocar por medio de la oración. ¿Lo has alcanzado hoy? Detén ahora lo que haces y dile algo en oración y en forma sencilla le hablas y Él en forma sencilla te responde.

Es Navidad

Frank, así le llamaban, siempre había sido un buen estudiante y deportista. En sus estudios, era un alumno sobresaliente. Le gustaba el básquetbol y sabía jugarlo. En su casa le llamaban "el atleta de la temporada" y él se sentía feliz. Se había preparado especialmente para jugar la próxima temporada. Incluso había comprado unos tenis muy suaves y cómodos para jugar.
 
Talvez por esa situación tan halagadora le produjo un gran dolor cuando al leer la lista de los seleccionados no se encontró en ella. Lleno de esperanzas buscaba frenéticamente su nombre, pero no estaba. Ese día sintió como si hubiera dejado de existir, como si se hubiese vuelto invisible. Muy triste, salió de los vestidores, tratando de encontrar una explicación a su exclusión del equipo.
 
Caminó durante un buen rato pero nada lo consolaba. Duró varios días de mal humor, no queriendo hablar con nadie y respondiendo mal a sus padres cuando intentaban acercársele. Nada le agradaba.
 
Pero un día de mucho frío y lluvia, tomó el autobús de costumbre y se sentó cerca del chofer. Una mujer muy adelantada en su embarazo con paso lento subió al camión y se sentó detrás del asiento del chofer. Entonces el chofer le preguntó en voz alta: "¿Dónde están sus zapatos, señora? Porque afuera habrá sólo diez grados."
 
Francisco no se había fijado, pero efectivamente la señora iba sólo con unas calcetas medio mojadas. La señora le contestó al chofer: "No puedo darme el lujo de tener zapatos. Subí al autobús sólo para calentarme los pies. Si no le importa, viajaré con usted un rato." El chofer se rascó su cabeza calva y exclamó: "Sólo dígame cómo es que no puede permitirse unos zapatos." La señora le dijo: "Tengo ocho hijos. Todos tienen zapatos. No quedó dinero para mí. Pero está bien, el Señor cuidará de mí."
 
En ese momento Frank miró hacia abajo, observó sus nuevos tenis Nike de Básquetbol. Sus pies estaban cálidos y cómodos, igual que siempre. Y entonces miró a la mujer, sus calcetas estaban desgarradas. Pensó que esa persona era "invisible" en otro sentido. Era una señora marginada y olvidada por la sociedad. Él siempre podría darse el lujo de tener zapatos. Ella talvez nunca.
 
En un momento se quitó los tenis. Pensó que tendría que caminar tres cuadras, pero el frío nunca le había molestado. Cuando el autobús se detuvo en la parada final, Frank esperó hasta que todos se hubieran bajado. Entonces recogió sus tenis, se acercó a la mujer y se los entregó diciéndole: "Tenga señora, usted los necesita más que yo." No esperó a que le diera las gracias, sino que bajó deprisa sin darse cuenta que caía en un charco. No importaba, no sentía el frío. En eso escuchó a la señora que desde la ventana del autobús le decía: "Mira, ¡me quedan perfectos!" A la vez, el chofer le preguntaba: "¿Cómo te llamas muchacho?" Él respondió "Frank". El chofer le dijo: "Muy bien, Frank. En mis veinte años de chofer nunca he visto algo semejante".
 
La mujer, llorando, le decía al chofer: "Ya ve. Le dije que el Señor cuidaría de mí" Y volviéndose, dijo: "Gracias Frank". "No hay de qué. No es gran cosa; además, es Navidad", respondió Frank, quien se dirigió a su casa con los pies helados pero con el corazón contento y riéndose por haberse preocupado de no jugar con la selección ese año.

lunes, marzo 27, 2006

Juego de niños

El golfista Tiger Woods estaba considerado como uno de los mejores jugadores de la década de los 90, con posibilidades de ubicarse entre los mejores de todos los tiempos.
 
Al verlo alinearse y estudiar un tiro difícil, habrá quien recuerde haberlo visto en un programa de televisión cuando tenía tres años de edad. Para ese entonces ya demostraba talento para el juego, por lo que le prepararon una pequeña superficie para que practicase. Le pusieron delante una pelota a dos metros y medio del hoyo. Estudió el tiro, tiró y erró.
 
Le colocaron otra pelota en la misma posición. Nuevamente se preparó con el palo en la mano, pero esta vez primero levantó la pelota y la colocó a quince centímetros del hoyo. Entonces se puso en posición, le pegó a la pelota y anotó el tanto. El animador del programa y el resto de la audiencia se rieron y aplaudieron al ver que el niño hizo lo que muchos adultos hubieran querido hacer. Por supuesto, si hiciera eso hoy en día, sería expulsado del torneo de golf.
 
En una ocasión un turista le preguntó a un residente de un pueblito: "¿Alguna persona famosa nació en este pueblo?". La respuesta fue: "No, solamente bebés".
 
Todos empezamos siendo "solamente bebés", pero nuestro Creador ha puesto en nosotros el mayor poder del universo: la capacidad de crecer diariamente al responder a los desafíos de la vida.
 
¿Cómo enfrentarás los desafíos del día de hoy? Puedes volverte más egoísta, recluso, pesimista o inclusive llenarte de odio. O, con la ayuda de Dios, puedes crecer y ser más comprensivo, optimista, generoso y amoroso. Dios te ha dado este día para que crezcas. ¿Lo vas a hacer a tu manera o a la manera de Dios?

Vendedores

Hace unos años una compañía norteamericana envió un vendedor a un Estado del África a vender zapatos. Al poco tiempo él llamó desesperado diciendo que quería regresar.
 
- Pero, ¿qué pasó? ¿Le ha ido mal? -le preguntaron.
 
- Horrible. Aquí nadie usa zapatos.
 
Lo hicieron regresar de inmediato y enviaron a otro vendedor. Al tiempo lo llamaron y le preguntaron cómo iba todo.
 
- ¡Fabuloso! -respondió- ¡Aquí nadie usa zapatos!
 
Uno veía en la adversidad un problema. El otro veía en la adversidad una oportunidad. Esa es la diferencia entre un optimista y un pesimista.
 
Todos vivimos en el mismo planeta y bajo el mismo cielo, pero no todos sabemos ver el horizonte de la misma manera. Cuando nuestra visión está puesta en Cristo Jesús, hay propósito en esta vida.

viernes, marzo 24, 2006

De la Renovación

En el desierto de Mojave, era frecuente encontrarnos con las famosas ciudades-fantasma: construidas cerca de minas de oro, eran abandonadas cuando todo el producto de la tierra había sido extraído. Habían cumplido su papel, y no tenía más sentido continuar siendo habitadas.
 
Cuando paseábamos por una floresta, también vimos árboles que, una vez cumplido su papel, terminaban cayendo. Pero, a diferencia de las ciudades-fantasma, ¿qué les sucedería? Abrirán espacio para que la luz penetre, fertilizarán el suelo, y tendrán sus troncos cubiertos de vegetación nueva.
 
Nuestra vejez va a depender de la manera en la que vivimos. Podemos terminar como una ciudad fantasma. O entonces como un generoso árbol, que continúa siendo importante, aún después de su caída a la tierra.
 
Del libro "Maktub", de Paulo Coelho

El Tesoro Enterrado

Había una vez en la ciudad de Cracovia, un anciano piadoso y solidario que se llamaba Izy. Durante varias noches, Izy soñó que viajaba a Praga y llegaba hasta un puente sobre un río; soñó que a un costado del río y debajo del puente se hallaba un frondoso árbol. Soñó que él mismo cavaba un pozo al lado del árbol y que de ese pozo sacaba un tesoro que le traía bienestar y tranquilidad para toda su vida.
 
Al principio Izy no le dio importancia, pero después de repetirse el sueño durante varias semanas, interpretó que era un mensaje y decidió que él no podía desoír esta información que le llegaba de Dios o no se sabía de dónde, mientras dormía.
 
Así que, fiel a su intuición, cargó su mula para una larga travesía y partió hacia Praga.
 
Después de seis días de marcha, el anciano llegó a Praga y se dedicó a buscar, en las afueras de la ciudad, el puente sobre el río.
 
No había muchos ríos, ni muchos puentes. Así que rápidamente encontró el lugar que buscaba. Todo era igual que en su sueño: el río, el puente y, a un costado del río, el árbol debajo del cual debía cavar.
 
Sólo había un detalle que en el sueño no había aparecido: el puente era custodiado día y noche por un soldado de la guardia imperial.
 
Izy no se animaba a cavar mientras estuviera allí el soldado, así que acampó cerca del puente y esperó. A la segunda noche, el soldado empezó a sospechar de ese hombre cerca de su puente, así que se aproximó para interrogarlo.
 
El viejo no encontró razón para mentirle. Por eso le contó que venía viajando desde una ciudad muy lejana, porque había soñado que en Praga, debajo de un puente como éste, había un tesoro enterrado.
 
El guardia empezó a reírse a carcajadas:
 
- Mira que has viajado mucho por una estupidez -le dijo el guardia-. Hace tres años que yo sueño todas las noches que en la ciudad de Cracovia, debajo de la cocina de la casa de un viejo loco, de nombre Izy, hay un tesoro enterrado. Ja... Ja... mira si yo debiera irme a Cracovia para buscar a este Izy y cavar debajo de su cocina... Ja... Ja... Ja...
 
Izy agradeció humildemente al guardia y regresó a su casa.
 
Al llegar, cavó un pozo debajo de su propia cocina y sacó el tesoro que siempre había estado allí enterrado...
Pasamos gran parte de nuestra vida buscando a alguien que nos diga que algo está bien o está mal. Buscando a otros que nos miren para vernos a nosotros mismos. Buscando fuera, lo que en realidad siempre estuvo dentro, debajo de "nuestra propia cocina".
 
Del libro "Déjame que te cuente", de Jorge Bucay.

jueves, marzo 23, 2006

El Titanic

El naufragio del Titanic dejó una imborrable huella en la memoria humana. El descubrimiento de los restos, hace unos años, permitió que los expertos emitieran una hipótesis que explicara cómo ese espléndido transatlántico, maravilla de la técnica, zozobró tres horas después de chocar con el iceberg.
 
Muchas fueron las causas secundarias, pero una de las explicaciones de los expertos, después de haber examinado algunas muestras de los restos del buque, fue la poca resistencia de los remaches de ensamblaje del casco. Unos cuantos de ellos parecen haberse soltado, abriendo unas vías de agua que inevitablemente condenaron al naufragio al palacio flotante, reputado como insumergible.
 
"Dios mismo no lo podría hundir", repitieron algunos. Tal desafío nos impresiona. Bastaron unos remaches defectuosos para que ese 15 de abril de 1912 la humanidad recibiera una severa y magistral lección de humildad, al ver que su obra de arte se hundía en las heladas aguas del Atlántico.
 
¡Qué contraste con el primer "gigante de los mares", el arca, construida por Noé y dirigida por Dios mismo! Navegó cerca de un año en medio de un diluvio sin parangón en la historia, y preservó a todos los pasajeros.

miércoles, marzo 22, 2006

A expensas del tronco

En el sur de los Estados Unidos existe un tipo de vid que es parásita, sube por los troncos y se adhiere a árboles saludables y fuertes. Esta uva oscura del tamaño de una nuez se usa para hacer dulces y jaleas, y algunos sureños usan la piel para hacer pastel de fruta. El fruto que produce este tipo de vid les ha servido a muchas familias pobres durante muchos años. En años recientes, esta clase de vid se ha hecho más popular y este tipo de uva se puede comprar casi en todas partes en el sur del país.
 
A pesar de lo gustosa, variada y rica que es, esta clase de vid no puede existir por sí misma. Necesita el soporte de árboles bien firmes y arraigados a los cuales adherirse para sustentarse. Si a esta vid se le separa del árbol que le sirve de sostén, se seca y deja de dar fruto.
 
Como la vid, no podemos sobrevivir sin una total dependencia de Dios. Sin Él no tenemos una verdadera guía o alimento, y no podemos dar fruto.
 
Sin embargo, podemos aprender a adherirnos al Señor rindiendo nuestras vidas a Él. Podemos alimentarnos estudiando la Biblia, orando, adorando a Dios, sirviéndole y obedeciéndole de todo corazón.
 
Como la vid, al adherirnos a nuestra Fuente podremos crecer saludablemente y dar mucho fruto bueno.

Sabiduría sufí

El maestro sufí contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían su sentido.

- Maestro -lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado...

- Pido perdón por eso -se disculpó el maestro. Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.

- Gracias maestro -le respondió halagado el discípulo.

- Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?

- Sí. Muchas gracias -dijo el alumno.

- ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?

- Me encantaría... Pero no quisiera abusar de su hospitalidad, maestro...

- No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte... Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo...

- No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! -se quejó sorprendido el discípulo.

El maestro hizo una pausa y dijo:

- Si yo les explicara el sentido de cada cuento... sería como darles de comer una fruta masticada.

12 maneras de seguir sonriendo

1.. Aférrate a tus sueños, y no los abandones ¡jamás!
 
2.. Muéstrale al mundo lo maravilloso que eres.
 
3.. Confía en las posibilidades de la vida, y no te apresures a juzgar a los demás.
 
4.. Confía en la estrella que brilla en tu cielo.
 
5.. Encara tus problemas uno por uno para vencerlos.
 
6.. Confía en toda tu fuerza interior.
 
7.. Muestra al mundo la luz secreta de tu alma.
 
8.. No huyas de aquellos que traen amor a tu vida.
 
9.. Mira lo bueno en la vida y no sucumbas a las adversidades.
 
10.. Muéstrate tal como eres, pues tienes cualidades especiales que te han sostenido hasta ahora, y que siempre te sostendrán.
 
11.. No pierdas el valor.
 
12.. ¡Llena tu corazón de felicidad y espárcela en todo lo que hagas! Recuerda sonreír... ¡la vida es hermosa!

martes, marzo 21, 2006

Mi cruz

Me preguntaba mil veces sin respuesta por qué mi cruz doblaba mis espaldas.
Hablé con Dios mirando las estrellas, y sollozando dije: "Es muy pesada".

Dios me hizo ver con toda su paciencia cuánto y por qué, equivocado estaba;
y poco a poco empecé a darme cuenta, de que mi cruz tornábase liviana.

Vi pasar miseria tan inmensa colgada en los harapos de una anciana.
Vi a un joven muriendo de tristeza por una enfermedad que lo acosaba.

Una inválida sola e indefensa, en una silla de ruedas vegetaba,
y una madre con toda su entereza a su hijito con down lo cobijaba.

Luego miré mis manos... Vivas, Bellas sobre ellas una cruz se destacaba.
De pronto dijo Dios: "¿Di cuánto pesa?" y yo le dije: "Señor... No pesa nada".

La tranquilidad

La tranquilidad de la mente es una de las bellas joyas de la sabiduría. Es el resultado de un esfuerzo largo y paciente en el dominio de sí mismo. Su presencia es indicadora de una experiencia madura, y de un conocimiento más que ordinario de las leyes y el funcionamiento del pensamiento.

El hombre fuerte y calmado es siempre amado y reverenciado. Es como un árbol que brinda sombra a una tierra sedienta, o una roca en la que resguardarse de una tormenta. ¿Quién no ama un corazón tranquilo, una vida dulcemente templada y balanceada? No importa si llueve o hay sol, o qué cambios ocurran en el poseedor de estas bendiciones, pues serán siempre dulces, serenos y calmados.

Aquel equilibrio de carácter que nosotros llamamos serenidad es la lección final de la cultura; es el florecimiento de la vida, el fruto del alma. Es precioso como la sabiduría, ha de ser más deseado que el oro... Sí, más que el fino oro. Cuán insignificante se ve quien sólo busca el dinero en comparación con una vida serena... una vida que mora en el océano de la Verdad, por debajo de las olas, fuera del alcance de las tempestades, ¡en Eterna Calma!

Mantén tu mano firme sobre el timón de tus pensamientos. En la barca de tu alma se reclina el Maestro al mando... Sólo está dormido... ¡Despiértalo!

El control de ti mismo es poder; el Pensamiento correcto es maestría, la Calma es poder, di dentro en tu corazón: "la Paz sea contigo".

Transformaciones

Dice el gran filósofo que el espíritu humano debe de sufrir tres transformaciones: el camello, el león y el niño.

El camello es la bestia de carga, es aquel que dice: "venga todo que yo aguanto". Todos los problemas, conflictos, stress y toda esa pedacería de vida que llevamos arrastrando, toda esa paciencia y aplomo con que debemos
afrontar nuestra vida diaria.

Pero no nos podemos quedar ahí, ya que si siempre cargamos, pues ¡nos cansaríamos! ¿no? Sin embargo, hay gente que vive así, atormentándose con los recuerdos de su pasado, lamentándose y su joroba de camello (todas sus broncas) las utiliza para lamentarse, flagelarse y auto-compadecerse, y no, eso no se vale.

Para eso existe el león. El león es la fuerza, la agresividad, la ambición, la pasión, que son motores incansables del alma humana. Es esa perseverancia, compostura y determinación que nos empujan a alcanzar nuestros más caros anhelos; es nuestro orgullo, nuestra dignidad y tal vez hasta nuestra soberbia, que yo no estoy tan seguro de que sea tan mala como se dice (claro, hasta cierto punto). El león es nuestra fuerza vital, es lo que nos hace permanecer vivos.

Pero no podemos quedarnos hasta ahí... Tanta lucha, agresividad y determinación nos puede convertir en una persona agria y amargada. Pero ahora viene la magia... la transformación en niño.

El niño es el renacer cada día, es el ver el lado hermoso de todas las cosas, el volver a confiar, el creer que en este mundo, mientras nos quede un solo destello de esperanza, podemos renacer. El niño representa la inocencia, los sueños y las fantasías que a veces perdemos por tantos rollos en los que estamos metidos. El niño no piensa tanto las cosas... las disfruta, las vive y aprende.

Esto no es una invitación a formar parte del club de las personalidades múltiples, es simplemente una reflexión sobre tres formas de manejarse en la vida, y yo creo con todo mi ser que, si logramos el equilibrio entre estas transformaciones, podremos ser unos seres más completos, desarrollados en todos los aspectos.

Amigos, ustedes saben que esto lo escribí para que nos sirva en el proceso de crecimiento y podamos experimentar estas transformaciones para vivir plenamente.

¿Saben cual es la diferencia más grande entre nosotros y los animales? Que los animales utilizan sus errores para aprender, y nosotros para llorar y atormentarnos. Utilicemos todo el conocimiento que la vida nos da para no cometer los mismos errores y levantémonos cada día transformados en niños... viendo todo con ojos nuevos.

¡Hola Dios!

¡Hola Dios! ¿Cómo estás? Te escribo para saludarte y porque ahora sí tengo que surtirme, pues la "canasta básica" con la que me mandaste al mundo se me ha ido agotando a lo largo de estos años.

Por ejemplo, la paciencia se me acabó por completo, igual que la prudencia y la tolerancia. Ya me quedan poquitas esperanzas y el frasquito de fe, está también vacío.

La imaginación también está escaseando por estos rumbos. Debes saber que hay cosas de la canasta que ya no necesito como la dependencia y esa facilidad para hacer berrinches, que tantos corajes y problemas me han ocasionado. Así que quisiera pedirte nuevos productos para la canasta.

Para empezar, me gustaría que rellenaras los frascos de paciencia y tolerancia (pero hasta el tope), y mándame por favor el curso intensivo: "Cómo ser más prudente", volúmenes 1, 2 y 3.

Envíame también varias bolsas grandes, pero "bolsones" de madurez que tanta falta me hace. Quisiera un costal grande lleno de sonrisas, de esas que alegran el día a cualquiera.

Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la tierra.

Si tienes por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería mucho.

Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones tomé grandes cantidades y me empachó. Nuevas ilusiones y una doble ración de fe y esperanza también me caería excelente.

Te pido también una paleta de colores para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura. Me sería muy útil un bote de basura para tirar todo lo que me hace daño.

Te pido muchas zanahorias, para tener buena vista y no dejar pasar las oportunidades por no verlas.

Necesito también un reloj grande, muy grande, para que cada vez que lo vea me acuerde que el tiempo corre y no debo desperdiciarlo.

¿Podrías mandarme muchísima fuerza y seguridad en mí mismo? Sé que voy a necesitarlas para soportar los tiempos difíciles y para levantarme cuando caiga.

También quisiera un bote de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida y te pido unas tres o cuatro toneladas de "ganas de vivir", para cumplir mis sueños.

Necesito también una pluma con mucha tinta, para escribir todos mis logros y mis fracasos. Pero más que nada, te pido que me des mucha vida, para lograr todo lo que tengo en mente y para que el día que me vaya contigo, tenga algo que llevarte y veas que no desperdicié el tiempo aquí en la tierra.

De antemano te agradezco lo que me puedas mandar y te agradezco el doble todo lo que me mandaste la primera vez.

Con mucho cariño... Tu hijo que te Adora.

Receta para un nuevo año

Tome doce meses completos, límpielos prolijamente de toda amargura, odio y celo, póngalos tan fresco y limpios como sea posible.
 
Ahora corte cada mes en veintiocho, treinta o treinta y un partes diferentes, pero no junte todos los pedazos al mismo tiempo. Prepárelo un día a la vez a partir de estos ingredientes.
 
Mezcle bien en cada día una parte de Fe, una parte de Paciencia, una parte de Valor y una parte de Trabajo.
Agregue a cada día una parte de Esperanza, Fidelidad, Generosidad y Bondad. Combine con una parte de Oración, una parte de Meditación y una de Buenas Obras.
 
Sazone el todo con una dosis de Buen Ánimo, un rocío de Diversión, una pizca de Juego, y una taza de Buen Humor.
Vierta todo esto en un recipiente de Amor. Cueza a fuego lento sobre Gozo Radiante, aderece con una Sonrisa y sirva con Quietud, Desprendimiento y Alegría.
 
Está en camino a tener un Feliz Año Nuevo.

martes, marzo 14, 2006

La Campana de Plata

Se cuenta de un rey que hizo colocar una campana de plata en una torre muy alta de su palacio, al comenzar su reinado. Él anunció que haría sonar la campana cada vez que estuviera feliz, para que sus súbditos supieran de su alegría.

La gente esperaba el sonido de la campana de plata, pero ésta permanecía silenciosa. Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, y los meses en años. Pero la campana no sonaba para avisar que el rey era
feliz.

El rey envejeció y finalmente yacía en su lecho de muerte en el palacio. A medida que algunos de sus llorosos súbditos llegaban para acompañarlo, él descubrió que su gente realmente le había amado todos estos años.

Finalmente el rey fue feliz. Poco antes de morir, tiró de la cuerda de la campana de plata, para hacerla sonar.

Piensa en esto: "Toda una vida de infelicidad, porque él no sabía que era muy querido y aceptado por sus leales súbditos".

Hay muchas personas que pasan por la vida sin saber que son queridas y apreciadas por los demás. Quizás son aquellos que están cerca de ti los que necesitan el calor de saber que alguien piensa en ellos.

Donald Hungerford

Moralidad...

Los discípulos solían discutir frecuentemente sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto. En ocasiones, la respuesta era lo bastante obvia, pero otras veces resultaba difícil dar con ella.

Cuando el Maestro se hallaba presente en tales discusiones, no tomaba parte de ellas.

Pero una vez le preguntaron: "¿Es correcto o incorrecto matar a alguien que intenta matarte a ti?"

"¿Y cómo voy yo a saberlo?", replicó él.

Los desconcertados discípulos dijeron: "Entonces, ¿cómo podemos distinguir lo correcto de lo incorrecto?"

El Maestro dijo: "Mientras viváis, estad muertos a vosotros mismos, totalmente muertos. Entonces actuad como queráis, que vuestra acción será correcta".

Del libro "¿Quién puede hacer que amanezca?", de Anthony De Mello

viernes, marzo 10, 2006

Ganar la Batalla

Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda.

Antes de partir, el general sacó una moneda y dijo:

- Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino se revelará.

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.

Después de la batalla, un teniente le dijo el general:

- Nadie puede cambiar el destino.

- Es verdad... -contestó el general, mientras mostraba al teniente la moneda que tenía cara en ambos lados.

Obviamente, la historia es irreal en el sentido de que una moneda no puede decidir nuestro futuro; sin embargo, nos deja muy claro que muchas veces, hemos perdido la batalla porque antes de iniciar nos creemos incapaces.

Es usual cuando hay exámenes, por ejemplo, que muchos lo han perdido antes de iniciar, pues su actitud así lo propicia.

Todos tenemos muchas situaciones hoy en nuestra vida, y podemos enfrentarlas solos, con miedo, con angustia y creyéndonos perdedores. O podemos confiar en un Jesús que prometió estar con nosotros siempre, y enfrentar con valentía lo que venga.

Por más cansado que te encuentres, por más difícil que veas la situación, aunque sientas que ya no tienes fuerzas... puedes ganar, puedes vencer, puedes seguir adelante. Jesús está contigo.

Se un elefante

Pies grandes y pesados; para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos.
Orejas grandes; para aprender a oír y no actuar a ciegas.
Boca chica, para no andar parafraseando, ni hablando de más.
Colmilllo largo, para saber actuar en momentos difíciles.
Piel áspera y dura, para aguantar los embates de los demás.
Cola corta, para que nadie por más que quiera, pueda hablar de ti.
Su memoria, para que nunca olvides quien realmente eres.
Y como el elefante, que cuando sabe que va a morir, regresa a su lugar de origen, igualmente tu, cuando sientas que haz caído en lo mas profundo y no puedes salir, que no encuentras ni un rayo de luz dentro del laberinto en que estás inmerso, que lo has perdido todo y no te queda nada, regresa a tu lugar de origen, regresa a tu naturaleza, regresa a ser tú nuevamente, por que tal vez, por la falta de memoria olvidaste quien realmente eres

Nunca pienses que es muy tarde para decidir, pero ten en cuenta que el mejor día es hoy, y el mejor momento es este.

¿Por qué preocuparse?

De lo que te preocupa:

- El 40% nunca sucede, la ansiedad es el resultado de una mente cansada.

- El 30% se refiere a decisiones anteriores que ya no pueden alterarse.

- El 12% se centra en críticas, la mayoría falsas, hechas por personas que se sienten inferior.

- El 10% es relacionado a tu salud, la que empeora al preocuparte

Y solamente...

- El 8% es legítimo, mostrando que la vida no tiene grandes problemas reales y los podrás enfrentar en el momento que elimines todas las preocupaciones sin sentido.

Entonces, ¿por qué preocuparse?

De la Mendiga

Vimos a una señora en la esquina de la calle Constante Ramos, en Copacabana. Estaba en una silla de ruedas, perdida en el medio de la multitud. Mi mujer se ofreció para ayudarla, ella agradeció y aceptó, y pidió que la llevase hasta Santa Clara.

Algunas bolsas plásticas pendían de la silla de ruedas. En el camino, nos contó que aquellas eran todas sus pertenencias, dormía contra las vidrieras, y vivía de la caridad ajena.

Llegamos al lugar indicado. Allí había otros mendigos. La mujer de la silla de ruedas sacó de uno de los plásticos dos paquetes de leche Larga Vida, y se los entregó a ellos.

"Hacen caridad conmigo, yo necesito hacer caridad con los otros", fue su comentario.

Del libro "Maktub", de Paulo Coelho

El mundo es mío

Hoy, viajando en un autobús, vi una hermosa muchacha con cabello de oro, y expresión de alegría; envidié su hermosura. Al bajarse, la vi cojear... tenía solo una pierna, y apoyada en su muleta, sonreía... Perdóname Señor,
cuando me quejo. Tengo dos piernas, y, ¡el mundo es mío!

Fui después a comprar unos dulces. Me atendió un muchacho encantador. Hablé con él; parecía tan contento, que aunque se me hubiera hecho tarde, no me hubiera importado, ya que al salir, oí que decía: Gracias por charlar
conmigo... es usted tan amable, es un placer hablar con gente como usted... ya ve, soy ciego... Perdóname Señor cuando me quejo. Yo puedo ver, y, ¡el mundo es mío!

Más tarde, caminando por la calle, vi a un pequeño de ojos azules, que miraba jugar a otros niños, sin saber qué hacer. Me acerqué y le pregunté: ¿Por qué no juegas con ellos? Siguió mirando hacia adelante sin decir una
palabra. Entonces comprendí que no escuchaba. Perdóname Señor cuando me quejo. Yo puedo escuchar, y, ¡el mundo es mío!

Tengo piernas para ir a donde quiero... Ojos para ver los colores del atardecer... Oídos para escuchar las cosas que me dicen. Perdoname Señor cuando me quejo. Lo tengo todo, y, ¡el mundo es mío!

No le digas a Dios cuán grande es tu problema... ¡Dile a tu problema cuán grande es tu Dios!

jueves, marzo 09, 2006

Dulce aroma de café

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y de cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía qué hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar.

Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. A llí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego.

Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.

La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las Zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a su hija le dijo: "Querida "¿qué ves?"

"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.

Entonces, la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?"

Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: Agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura, soberbia; pero después de pasar por el agua hirviendo se había puesto débil, fácil de deshacer.

El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.

Los granos de café, sin embargo, eran únicos: después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.

"¿Cuál eres tu hija?" Le dijo. "Cuando la adversidad llama a tu puerta; ¿cómo respondes?"

¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?

¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable y un espíritu fluido, pero que después de una muerte, una separación, un despido, una piedra en el camino se vuelve duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargada y áspera, con un espíritu y un corazón endurecido?

¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tu reaccionas en forma positiva, sin dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor mejoren, que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumina tu camino y el de la gente que te rodea.

Por eso no dejes jamás de esparcir con tu fuerza y positivismo el "dulce aroma del café."

Amigos

Para mis amigos,
 
Un día, alguien escribió:
 
Si tuviera 1 millón de amigos y le pidiera a cada uno una moneda, podría ser millonario.
Si tuviera 500 mil amigos, les pediría tomarnos de las manos para unir al país.
Si tuivera 200 mil amigos, fundaría una ciudad donde todo el mundo se saludaría con una sonrisa.
Si tuviera 25 mil amigos, la empresa de teléfonos me cortaría la línea cada vez que cumpliera años.
Si tuviera 6 mil amigos, me gustaría ser padrino de 6 mil niños.
Si tuviera mil amigos, tendría dos mil manos para mi solo.
Si tuviera 365 amigos, parasaría cada día del año con cada uno de ellos.
Si tuviera 100 amigos, tendría cien consejos sobre cada tema de mi vida.
Si tuivera 4 amigos, tendría aseguradas las cuatro manos que cargarían mi ataud.
Si tuviera 2 amigos, sería doblemente feliz.
Pero si tuviera un solo amigo, no necesitaría tener mas.
 
Hay quienes quieren tener un millón de amigos, cuando tu sólo vales millones, por eso te quiero.
 

miércoles, marzo 08, 2006

El día más...

El día más IMPACTANTE: fue cuando te conocí.
El día más ESTÚPIDO: fue cuando nos peleamos.
El día más INTERESANTE: fue cuando te traté.
El día más EMOCIONANTE: fue cuando me hablaste por primera vez.
El día más TRISTE: fue cuando te vi llorar.
El día más ALENTADOR: fue cuando me abrazaste.
El día más COMUNICATIVO: fue cuando me llamaste.
El día más CHISTOSO: fue platicando contigo de cualquier tontería.
El día más LARGO: fue cuando no te vi.
El día más DIVERTIDO: fue cuando me hiciste tus bromas.
El día más BRILLANTE: fue cuando me sonreíste.
El día más NEGRO: fue cuando enfermaste conmigo.
El día más ALEGRE Fue Cuando compartiste conmigo.
El día más FRÍO: fue cuando me ignoraste.
El día más DESESPERANTE: fue cuando no me escuchaste.
El día más RELAJADO: fue trabajando contigo.
El día más ESPIRITUAL: fue rezando contigo.
El día más VERGONZOSO: fue quedando mal frente a ti.
El día más IMPACIENTE: fue cuando no sabia de ti.
El día más CANSADO: fue trabajando sin ti.
El día más ANGUSTIANTE: fue cuando te oculté algo.
El día más FELIZ: fue cuando me llamaste "mi amigo".

La suegra de Shirley Temple

La diplomática y ex estrella infantil, Shirley Temple Black contó una historia sobre su marido, Charles y la mamá de este. Cuando Charles era niño, preguntó a su madre cuál era el momento más feliz de su vida.
 
- Este momento, ahora mismo -respondió ella.
- Pero, ¿qué de todos los momentos felices de tu vida? -dijo sorprendido- ¿Qué del día de tu matrimonio?
- En ese entonces mi momento más feliz fue ese -respondió ella-. Ahora mi momento más feliz es ahora. Sólo puedes vivir realmente el momento en el que estás. Por eso para mí siempre es ese el momento más feliz.
 
La madre de Charles Black mostró sabiduría al decir esto. Cuando usted se enfoca en el pasado o en el futuro, le resta potencial al presente. Pero cuando presta atención a lo que está ocurriendo en el momento y trata de tener una actitud positiva al respecto, usted se abre a todas las posibilidades que contiene el presente.
 
Del libro "El mapa para alcanzar el éxito", de John C. Maxwell

De la Necesidad

Caminaba con mi editor americano y su mujer, por un parque. Pudimos ver la ciudad de San Francisco a lo largo,
iluminada por un sol potente. Sharon escribió un libro sobre un monasterio benedictino, y cuenta que las oraciones de
la tarde, llamadas "Vespertinas", son cantos de esperanza para la certeza de que la noche pasará.

"Las vespertinas nos indican la necesidad que tenemos de aproximarnos al otro, cuando la noche llega", dijo ella.
"Nuestra sociedad aprecia mucho la capacidad que cada uno tiene de lidiar con las propias dificultades. Este
individualismo lleva a la desesperación y a la soledad. Fingimos que no nos importa la atención de los otros, mas
basta
un gesto de cariño y nuestra pose de héroe cae por tierra".

"No tengo miedo de depender del prójimo: él también está precisándome a mí".

Del libro "Maktub", de Paulo Coelho

Un consejo: ¡Enamórate!

No te enamores del amor.

Enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que
te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.

Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu
delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo o en tus bienes.

Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.

Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea
necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso.

Enamórate de alguien que vuelva a ti después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine
junto
a ti, que sea un buen compañero, que respete tus fantasías, tus ilusiones.

Enamórate de alguien que te ame.

No te enamores del amor, enamórate de alguien que este enamorado de ti.

Pero sobre todo, enamórate de alguien que ame a Dios.

La Amistad

"El que tiene un amigo verdadero puede decir que posee dos almas." Anónimo

"Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite." Dr. Jeckyll

"El amigo seguro se conoce en la acción insegura." Anónimo

"Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende." Miguel de Unamuno

"Es más vergonzoso desconfiar de los amigos, que ser engañado por ellos." François de Larochefoucauld

"Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta." Ralph Waldo Emerson

"La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés." Marco Tulio Cicerón

"Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones." Lucio Anneo Séneca

"En el fondo, son las relaciones con las personas lo que da valor a la vida." Guillermo Von Humboldt

"Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada, más rápido que un favor." Martin Luther King

"Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas." Jean Jacques Rousseau

"La amistad es un contrato por el cual nos obligamos a hacer pequeños favores a los demás para que los demás
nos
los hagan grandes." Montesquieu

"No hay riqueza tan segura como un seguro amigo." Luis Vives

"Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo." Platón

Vocación

Muchas veces nos preguntamos si "estamos llamados para...", un cuestionamiento personal que descubre nuestros
más profundos temores, pero también nuestros más profundos sueños y anhelos. La vocación tiene que enfrentarse a
lo desconocido, con una vida que no imagina, que no la posee, porque no la ha vivido. Enfrentarse a un mundo que no
va a escoger, sino que va a caer en él, un mundo que lo cuestiona y aterra, pero al mismo tiempo lo incentiva y
proyecta.

La vocación es soñar, hombre de Fe, tan débil como las flores y sus pétalos, y tan fuerte y decidido como las espinas
de las rosas. La vocación enfrenta una misión que no ha vivido, un carisma que aún no ha estrenado, una vida que no
ha experimentado a fondo, una realidad nueva y desafiante, llena de retos y posibilidades.

La vida es una aventura de Fe, donde se camina en medio de brasas ardiendo, lagos peligrosos y rutas tortuosas, un
hombre que camina para aprender y aprende al caminar, sabiendo que durante y hasta el final estará Dios y su alma,
su alma y Dios.

Tu vocación vive en ti, esperando a que correspondas a su llamado, un llamado que se hace fuerte cada vez que
conquistas tu propia vida, que te emocionas con tus resultados, que comprendes y aprendes de tus limitaciones, una
senda de luz que descubre el secreto mejor guardado de los hombres: su misión.

24 pequeñas maneras de Amar

Cuando a la gente se la habla de que "hay que amarse los unos a los otros" son muchos los que se te quedan
mirando y te preguntan: ¿y amar, qué es: un calorcillo en el corazón? ¿Cómo se hace eso de amar, sobre todo
cuando se trata de desconocidos o semiconocidos? ¿Amar son, tal vez, solamente algunos impresionantes gestos
heroicos?

Un amigo mío, Amado Sáez de Ibarra, publicó hace muchos años un folleto que se titulaba "El arte de amar" y en él
ofrecía una serie de pequeños gestos de amor, de esos que seguramente no cambian el mundo, pero que, por un
lado, lo hacen más vividero y, por otro, estiran el corazón de quien los hace.

Siguiendo su ejemplo voy a ofrecer aquí una lista de 24 pequeñas maneras de amar:

- Aprenderse los nombres de la gente que trabaja con nosotros o de los que nos cruzamos en el ascensor y
tratarles luego por su nombre.
- Estudiar los gustos ajenos y tratar de complacerles.
- Pensar, por principio, bien de todo el mundo.
- Tener la manía de hacer el bien, sobre todo a los que no se lo merecerían teóricamente.
- Sonreír. Sonreír a todas horas. Con ganas o sin ellas.
- Multiplicar el saludo, incluso a los semiconocidos.
- Visitar a los enfermos, sobre todo si son crónicos.
- Prestar libros aunque te pierdan alguno. Devolverlos tú.
- Hacer favores. Y concederlos antes de que terminen de pedírtelos.
- Olvidar ofensas. Y sonreír especialmente a los ofensores.
- Aguantar a los pesados. No poner cara de vinagre escuchándolos.
- Tratar con antipáticos. Conversar con los sordos sin ponerte nervioso.
- Contestar, si te es posible, a todas las cartas.
- Entretener a los niños chiquitines. No pensar que con ellos pierdes el tiempo.
- Animar a los viejos. No engañarles como chiquillos, pero subrayar todo lo positivo que encuentres en ellos.
- Recordar las fechas de los santos y cumpleaños de los conocidos y amigos.
- Hacer regalos muy pequeños, que demuestren el cariño pero no crean obligación de ser compensados con otro
regalo.
- Acudir puntualmente a las citas, aunque tengas que esperar tú.
- Contarle a la gente cosas buenas que alguien ha dicho de ellos.
- Dar buenas noticias.
- No contradecir por sistema a todos los que hablan con nosotros.
- Exponer nuestras razones en las discusiones, pero sin tratar de aplastar.
- Mandar con tono suave. No gritar nunca.
- Corregir de modo que se note que te duele el hacerlo.
La lista podría ser interminable y los ejemplos similares infinitos.
Y ya sé que son minucias. Pero con muchos millones de pequeñas minucias como éstas el mundo se haría más
habitable.

José Martín Descalzo

Ver más allá de las apariencias

Cierto día, Antonio, un padre de familia, cuando regresaba del trabajo se encontró con un embotellamiento de tránsito
infernal y notó que un señor conducía apresuradamente, cortándole el paso a todo el que podía al tratar de abrirse
paso entre los vehículos. Cuando se aproximó al carro de Antonio, se le atravesó de una manera tan brusca que por
poco ocurre una colisión. En ese momento, Antonio tuvo deseos de insultarlo e impedirle el paso, pero luego pensó:
"¡El pobre! Está tan nervioso y apurado... ¡Sabrá Dios si tiene un problema serio y necesita llegar cuanto antes a su
destino!"

Con estos pensamientos, detuvo por completo su auto y lo dejó pasar. Al llegar a casa, Antonio recibió la noticia de que
su hijo de tres años había sufrido un grave accidente y había sido llevado al hospital por su esposa. Inmediatamente se
dirigió al hospital; al llegar, su esposa corrió a sus brazos y lo tranquilizó diciéndole:

- Gracias a Dios todo está bien. El médico llegó justo a tiempo para salvar la vida de nuestro hijo; ya está fuera de
peligro.

Aliviado, Antonio pidió hablar con el médico para agradecerle. Cuál no sería su sorpresa cuando vio que el médico era
ese señor nervioso y apurado a quien le había cedido el paso casi una hora antes.

Hay que estar siempre dispuesto a ayudar al prójimo, independientemente de su apariencia o condición económica.
Trata de ver a los demás más allá de las apariencias. Imagina que, detrás de esa actitud que no entiendes, existe una
historia, un motivo que puede llevar a esa persona a actuar de una manera determinada.

El campesino y la roca

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si
alguien quitaba la tremenda piedra.

Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente dieron una vuelta
alrededor de la roca sin siquiera intentar moverla. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los
caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Cierto día, pasaba un campesino que llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, puso su carga en el
piso y trató de moverla hacia un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía
su carga de vegetales, notó que en el suelo había una cartera, justo donde había estado la roca. La cartera contenía
muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que moviera la piedra
del camino. El campesino aprendió lo que los demás nunca entendieron:Cada obstáculo muestra una oportunidad
para mejorar la condición de cada uno.

Sobreponiéndonos a los obstáculos y venciendo los problemas, lo bueno es que no estamos solos, y tenemos a
Aquel que nos guía y lleva por el camino recto. También existe la otra opción: caminar solo, sin guía y sin apoyo...
¡Tú eliges!

Debemos servir siempre a todos en todo momento, y no creer que habrá otro que lo hará o que nosotros no somos
quienes tenemos la obligación de hacerlo. Sirvamos, ayudemos, colaboremos y demos todo, pues la recompensa
estará al final del camino.

Eres una persona maravillosa

Eres un ser maravilloso. Esto no quiere decir que los demás sean inferiores a ti. Tú puedes motivarte para vivir y
actuar con optimismo, reconociéndote como "un ser admirable", rodeado por seres asombrosos: tus semejantes.
Tú eres un ser de valor trascendente, llamado al progreso integral. Lo más maravilloso que tienes es tu capacidad de
ser hoy mejor que ayer, y de ser mañana mejor que hoy. Comprométete contigo a mejorar tus conductas defectuosas
y a ejercitar cualidades.

Tu mejor mérito consiste en que cultives las mejores virtudes.

Del libro "366 Maravillosas Motivaciones", de Tiberio López Fernández

Dios sabe lo que es mejor

Adelaide Pollard estaba angustiada. A pesar de sus mejores esfuerzos, ella no podría recolectar los fondos que
necesitaba para ir como una misionera a África. "¿Por qué?" se preguntaba.

Durante una reunión de oración, la envolvió un estado de ánimo sombrío. Entonces, la oración de una anciana penetró
su oscuridad: "¡Está bien, Señor! No importa lo que traigas a nuestras vidas. Haz lo que quieras con nosotros." En ese
momento, Adelaide Pollard se rindió a la voluntad de Dios y halló paz.

Posteriormente, esa misma noche, estudió la historia del alfarero que aparece en Jeremías 18:3,4. Pensó en la vasija
que se echó a perder en mano del alfarero, y notó que él la hizo de nuevo, distinta, como bien le pareció. Reconoció su
necesidad de someterse a la voluntad de Dios y dejarle moldear su vida conforme a Su propio diseño.

En su mente rendida empezó a formarse este poema: "Tú eres el Alfarero, yo, el barro. Moldéame conforme a tu
voluntad mientras espero, rendida y tranquila." A la larga, en el tiempo de Dios, Él permitió que Pollard ministrara en
África, Inglaterra y por todo Estados Unidos.

Dios usa a la persona que sinceramente ora: "Haz lo que quieras, Señor." Hazte esta pregunta: "¿Estoy dejando que el
gran Alfarero haga conmigo lo que quiera?"

Dios me pidió que te dijera...

Todo irá bien contigo a partir de ahora. No importa cuánto se esfuercen tus enemigos este año, no tendrán éxito. Tú
has sido destinado(a) para alejarlos y este año lograrás todos tus objetivos.

Para los días que quedan del año se disiparán todas tus agonías y llegarán la victoria y prosperidad en abundancia.
Hoy día Dios ha confirmado el fin de tus pesares y dolores porque El que Reina te ha recordado. Te ha quitado las
penurias y te ha dado alegría.

Él nunca te decepcionará.

¿Por qué Gandhi no fue cristiano?

Él permaneció hindú hasta el final. Adoraba a Cristo como una de las encarnaciones de Dios, no como la única. Nunca
dio el paso final para hacerse cristiano.

En una autobiografía que se publicó en la India, él dice que en sus días de estudiante se impresionó mucho al leer los
evangelios, y que pensó seriamente en bautizarse y ser miembro de una iglesia cristiana. Pensaba que en el
cristianismo estaba la solución a los prejuicios raciales y a las diferencias de casta que afectan a la India y al África del
Sur.

Un domingo por la mañana, Gandhi fue a una iglesia cristiana que estaba cerca, y tenía el propósito de hablar con el
pastor al terminar el culto, para hacerse cristiano. Cuando entró en el templo, la comisión de recepción se negó a
proporcionarle un asiento, y le sugirió que fuera a una iglesia de los negros.

Gandhi salió de aquel templo para no volver más. "Si también los cristianos tienen diferencias de clase", pensó,
"permaneceré siendo hindú, y desde allí atacaré el mal."

C. C. Wychoff.
Tomado del libro "500 ilustraciones", de Alfred Lerín

¡Sigue corriendo!

Talvez hayas escuchado la historia de John Stephen Akhwari, el corredor de maratones de Tanzania que quedó en
último lugar en las Olimpíadas de 1986 en México. Ningún corredor que ha terminado en último lugar ha quedado
tan atrás.

Se lesionó mientras viajaba y entró al estadio cojeando con la pierna ensangrentada y vendada. Había pasado más
de una hora desde que el resto de los corredores terminó la carrera. Sólo quedaban unos cuantos espectadores en
las gradas cuando Akhwari terminó de cruzar la meta.

Cuando le preguntaron por qué siguió corriendo a pesar del dolor, Akhwari contestó: "Mi país no me envió a México
a iniciar la carrera. Me envió a terminarla."

La actitud de este atleta debe ser la nuestra a medida que envejecemos. Tenemos "una carrera por delante"
(Hebreos 12:1), y hemos de seguir corriendo hasta que lleguemos a la meta final.

Nadie es demasiado viejo para servir a Dios. Debemos seguir creciendo, madurando y sirviendo hasta el final de
nuestros días. Desperdiciar nuestros últimos años es robar a la Iglesia los dones selectos que Dios nos ha dado para
compartir. Hay un servicio que prestar. Todavía hay mucho que hacer.

Así que sigamos corriendo "con paciencia". Terminemos la carrera... con firmeza.

David Roper

Bien conocida

Hay un tipo de ave marítima en el ártico que vive en peñascos rocosos de la costa donde miles de ellas se juntan en
pequeñas áreas. A causa de la condición apiñada, las hembras ponen sus huevos uno junto al otro en una larga fila. Es
increíble que un ave madre pueda identificar los huevos que le pertenecen. Los estudios muestran que incluso cuando
uno de ellos se aleja cierta distancia, ella lo encuentra y lo lleva de vuelta a su lugar original.

Nuestro Padre celestial conoce a sus hijos mucho más íntimamente. Es consciente de todos nuestros pensamientos,
emociones y decisiones. De la mañana hasta la noche presta atención personal a nuestros asuntos diarios.

No sólo provoca esto nuestra alabanza, sino que también debería dar mucho consuelo a nuestros corazones. Jesús dijo
a sus discípulos que el Padre sabe cuando un solo pajarillo cae a tierra. Puesto que la gente es de mucho más valor
que los pajarillos, los hijos de Dios pueden estar seguros de su cuidado constante.

¡Qué maravilloso es ser una persona tan bien amada y "bien conocida"!

De la Participación

La vida nos pide constantemente "¡Participa!". La participación es necesaria para nuestra alegría, pero también para
nuestra protección. Quien se desentiende delante de las barbaridades que ve, está prestándole servicio a la fuerza de
las tinieblas, y esto le será cobrado algún día.

Hay momentos en que evitamos la lucha, bajo los más diversos pretextos: serenidad, madurez, miedo al ridículo.
Vemos la injusticia haciéndose próxima a nosotros, y nos quedamos callados. "No me voy a meter en todas las peleas",
explicamos.

Esto no existe. Quien recorre un camino espiritual, carga consigo un código de honor que debe ser cumplido. La voz
que clama contar lo que está mal, siempre es oída por Dios.

Si nuestro hermano no tiene más fuerzas para reclamar, es nuestro turno de hacerlo por él.

Del libro "Maktub", de Paulo Coelho

Trece lineas para vivir

1. Te quiero no por quien eres, sino... por quien soy cuando estoy contigo.

2 Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.

3. Solo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.

4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.

5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar
de tu sonrisa.

7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.

8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.

9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona
adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido.

10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.

11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y solo ser
más cuidadoso en quien confías dos veces.

12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quien eres antes de conocer a alguien más
y esperar que esa persona sepa quien eres.

13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.

Gabriel García Márquez

Equilibrio

Debe haber equilibrio en todo. Trabaja mucho, pero también aprende a jugar mucho, y haz lo que te guste hacer, sea lo que sea. No importa que tus preferencias sean simples o extravagantes, en tanto encuentres verdadera
alegría en ellas.

Cuando haces algo que disfrutas, no importa si es arduo o difícil, no te sientes exhausto, sino estimulado y vigorizado. El trabajo nunca debe ser monótono, y nunca lo será si tu disposición hacia él es apropiada y te
entusiasma lo que estás haciendo.

Cuando haya equilibrio en tu vida, encontrarás integridad y no habrá una dosis excesiva ni de trabajo ni de juego. Una es tan mala como la otra.

Nunca compares tus gustos con los de otros; lo que a ti te gusta puede no gustarle a otro. Haz lo que quieres hacer y deja que los otros hagan lo que les gusta. Vive y deja vivir.

Del libro "Abriendo las puertas de tu interior", de Eileen Caddy.