Flores amarillas
Las flores que en su momento habían sido muy hermosas y le daban belleza al árbol, ahora estaban en el suelo a punto de marchitarse, pero en su lugar había unas nuevas flores que apenas se abrían y le estaban dando a ese mismo árbol una belleza nueva.
Para que las flores nuevas nacieran, las anteriores debían abandonar el árbol, y así sucesivamente pasaría durante la vida de dicho árbol.
En nuestra vida es igual, hay etapas, circunstancias, momentos y personas en nuestras vidas que la hacen más hermosa, pero no siempre estarán ahí. Dios quiere que aprendamos a disfrutar cada cosa en su momento, cada detalle que Él nos da cada día, y que cuando estos ya no estén no nos entristezcamos por ello, mejor esperemos y confiemos con la certeza de que vendrá algo bello otra vez.
Eunice Rodríguez
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